¿Has escuchado hablar del Dharma Yoga y te preguntas en qué se diferencia de otras prácticas de yoga? Esta disciplina combina la devoción espiritual con una práctica física profunda. Creado en 1975 por Sri Dharma Mittra, el Dharma Yoga no solo es una forma de ejercicio, sino un camino hacia la unión con lo divino. En este artículo, te invitamos a descubrir todo lo que necesitas saber sobre el Dharma Yoga, desde sus orígenes y principios hasta sus prácticas y beneficios.
El término "Dharma" proviene del sánscrito y tiene sus raíces en "DRHI", que significa soporte o eje que mantiene unido. Dependiendo del contexto religioso, puede traducirse como "religión" o "conducta religiosa". En el ámbito del yoga, Dharma Yoga representa una combinación de las ocho ramas del Ashtanga Yoga, que incluyen Hatha, Raja, Karma, Kriya, Bhakti, Jnana, Laya y Japa Yoga. Esta práctica se basa en los principios filosóficos yóguicos y los Yamas y Niyamas descritos en los Yoga Sutras de Patanjali.
El objetivo principal del Dharma Yoga es la devoción o entrega a lo divino. La práctica se considera una oración en movimiento, combinando asanas (posturas) con pranayamas (ejercicios de respiración), meditación y canto de mantras.
Dharma Yoga fue creado por Dharma Mittra nacido en 1939 en Brasil y fue alumno de Swami Kailashananda, también conocido como Yogi Gupta, de quien aprendió las nueve formas del yoga. Inspirado por su maestro, Dharma Mittra comenzó a enseñar yoga y en 1975 abrió su propio centro, el Dharma Yoga Center en Nueva York. Desde entonces, se ha dedicado a compartir y difundir el conocimiento y la luz del yoga.
El Dharma Yoga es fácil de reconocer por varias características distintivas:
El saludo al sol en Dharma Yoga es una secuencia pausada que difiere de otros estilos como el Ashtanga Yoga. Se inicia con el pie derecho hacia atrás, apoyando la rodilla y levantando los brazos en kapiasana, y se repite con el pie izquierdo. Este saludo al sol, conocido como Shiva Namaskar, se dedica a Shiva y está diseñado para activar el cuarto chakra (chakra del corazón), desbloqueando tensiones y emociones y avivando el amor.
Los ejercicios de respiración (pranayama) y la meditación son fundamentales en el Dharma Yoga. Estas prácticas ayudan a desestresar y calmar la mente, llevándonos a un estado de paz y equilibrio.
A diferencia de otros estilos como el Ashtanga, el Dharma Yoga no sigue una secuencia fija. Existen series que clasifican las clases según su nivel de exigencia: Dharma I y II para principiantes, Dharma III y IV para avanzados, y una quinta serie restaurativa centrada en pranayamas y meditación.
En Dharma Yoga, las posturas invertidas se practican hacia la mitad de la clase, no al final como en otros estilos. Esto incluye posturas como sirsasana (parada de cabeza).
El Dharma Yoga enfatiza las extensiones y torsiones de pecho, trabajando intensamente el cuarto chakra (anahata o chakra corazón). Esto ayuda a desbloquear emociones y a abrirnos al amor y la compasión.
El Dharma Yoga ofrece numerosos beneficios que abarcan el bienestar físico, mental y espiritual:
La práctica de Dharma Yoga ayuda a centrar la mente y a enfocar los pensamientos, promoviendo un estado de calma y claridad mental.
Concentrarse en la correcta ejecución de las asanas, la respiración y la canalización de energía durante la práctica mejora la concentración y la atención plena.
Más que buscar un físico de revista, el Dharma Yoga promueve un estado de salud general y bienestar, mejorando la flexibilidad, fuerza y equilibrio.
Las posturas de extensión y apertura de cadera en Dharma Yoga facilitan la apertura del corazón y el desbloqueo de emociones, promoviendo un mayor bienestar emocional.
La combinación de asanas, pranayamas y meditación aumenta la energía vital y mejora la circulación, proporcionando una sensación de vitalidad y vigor.
Dharma Mittra identificó seis posturas fundamentales que son la base de la práctica:
Esta postura, realizada sentado, estira la espalda y mejora la concentración (dharana) y la respiración (pranayama) a través de la meditación (dhyana). Beneficia la zona lumbar, el abdomen y reduce la pesadez en las piernas.
Una flexión hacia adelante que estira toda la columna, mejora la digestión y relaja la mente. También flexibiliza la cadera y aporta energía.
Extensión de la columna hacia atrás que se realiza tumbado boca abajo. Abre el pecho, reduce los dolores de espalda, mejora el funcionamiento de los órganos internos y reduce el insomnio.
Considerada la madre de todas las posturas, nutre las glándulas pituitaria y pineal, fortalece la mente y mejora la autoconfianza. También ayuda a equilibrar mente y cuerpo y previene enfermedades.
Una inversión sobre la columna que mejora la respiración, especialmente en casos de asma y resfriados. También renueva la energía del cuerpo y aporta serenidad.
Torsión de la columna que masajea el abdomen y mejora la oxigenación. Ayuda a crear espacio entre las vértebras y favorece la flexibilidad.
Si te sientes inspirado/a para comenzar tu viaje con el Dharma Yoga, aquí hay algunos pasos que puedes seguir:
Busca estudios de yoga que ofrezcan clases de Dharma Yoga o profesores certificados en este método.
Profundiza en los fundamentos del Dharma Yoga leyendo textos y materiales recomendados por expertos en este estilo de yoga.
Como cualquier otra disciplina, la consistencia es clave. Intenta practicar varias veces a la semana para experimentar los beneficios completos del Dharma Yoga.
El Dharma Yoga es una práctica integral que te guía hacia el equilibrio físico y mental, facilitando una conexión profunda con tu ser auténtico. A través de sus características distintivas y su enfoque devocional, ofrece un camino hacia la unión con lo divino, mejorando tu calidad de vida y despertando tu potencial interior. Si buscas una práctica de yoga que combine devoción, meditación y un profundo sentido de paz, el Dharma Yoga es una opción excelente. ¡Empieza hoy y descubre los beneficios transformadores de esta maravillosa práctica!